Con aforo lleno se celebró a finales de octubre el debate organizado por el Instituto Juan de Mariana (IJM) en las aulas del campus madrileño de la Universidad Francisco Marroquín. La gran casa de estudios del liberalismo acogió en esta ocasión a Juan Pina, Secretario General de la Fundación, y Roberto Vaquero, líder de la organización de extrema izquierda Frente Obrero. El Director del IJM, José Carlos Rodríguez (primero por la izquierda), moderó el debate, que pese a la enorme distancia de las posiciones representadas se desarrolló con la mayor cordialidad. La iniciativa del IJM se enmarcó en el centenario del luctuoso inicio de la dictadura fascista, a partir de la Marcha sobre Roma y el subsiguiente nombramiento de Benito Mussolini como primer ministro italiano por el rey Víctor Manuel III. El vídeo del debate está disponible en el canal de YouTube del IJM. En la versión digital de esta revista, también puedes pulsar sobre la foto para acceder al vídeo.
El objetivo del think tank liberal era sobre todo analizar cuánto queda hoy del fascismo en los movimientos políticos actuales. Como era previsible, el representante del Frente Obrero señaló las supuestas similitudes entre el fascismo y el liberalismo, y Juan Pina las negó apuntando en cambio al origen común del fascismo y del comunismo, ambos descendientes del mismo tronco: el socialismo del siglo XIX. El momento más chocante del debate se vivió en el turno de preguntas, cuando desde el público se pidió a ambos oradores que expresaran su programa ideológico de máximos. Roberto Vaquero reconoció abiertamente buscar una revolución socialista violenta y confiscadora de la propiedad privada, y Juan Pina, a continuación, respondió que, a la vista de aquello, su programa consistiría prioritariamente en articular la defensa ciudadana contra el movimiento de Roberto Vaquero. El representante de la Fundación recordó los vínculos y similitudes del fascismo italiano y de sus versiones en muchos otros países europeos con el socialismo revolucionario, e identificó vestigios del fascismo en el resurgimiento actual de los populismos de extrema derecha y de extrema izquierda. Una de las características fundamentales del fascismo es el recurso a la insurrección violenta para alcanzar el poder (o mantenerlo) violentando las instituciones de la democracia liberal. Hoy, con más sutilezas, ambos populismos extremos buscan cancelar el orden liberal-democrático.
